Desafíos de la empresa ante el Compliance
El 80% de los ejecutivos considera insuficiente que las organizaciones se limiten a cumplir con las leyes y a lograr beneficios.
Así lo pone de manifiesto un reciente estudio realizado por LLYC de tendencias en Compliance Penal. Recomendamos su lectura.
Sus conclusiones más relevantes se resumen en:
- 3 de cada 4 encuestados reconoce que el Compliance aporta valor a la organización.
- Un 71% considera que el Compliance como una inversión enfocada al crecimiento.
- Un 29% considera que el Compliance es un gasto necesario para evitar responsabilidades y sanciones.
De manera significativa es mayoritaria la convicción de que el Compliance está siendo valorado, cada día más, por los grupos de interés con los que la empresa opera. Así se observa en proveedores, partners, inversores, etc. y, de manera muy especial, por clientes y consumidores.
Es lo cierto que cada día cobra más valor el hecho de que al entorno de trabajo de cualquier organización le importa que las cosas se hagan bien, más allá del precio y de la calidad que pueda ofrecerse.
El desafío del empoderamiento
El desafío de la empresa es lograr el empoderamiento en el Compliance de todos sus miembros para que perciban el valor de trabajar en un entorno donde las cosas se hacen bien y donde prevalecen principios y valores de ética y de buenas prácticas.
El desafío de la empresa consiste en percibir que un sistema de Compliance debe ser entendido como una inversión que pone el foco en el crecimiento y en la consolidación de la mejora continua y nunca como un gasto necesario para evitar sanciones.
El desafío del maquillaje
El Informe de LLYC pone de manifiesto que cerca de un 50% de los encuestados considera que, pese a que la empresa ha implementado un programa de Compliance, no forma parte de su estrategia de negocio y que su enfoque es eminentemente legalista.
Y ya es sabido que todo lo que nos viene de la ley es entendido como una obligación que, difícilmente, será bien recibida.
El desafío de la empresa es superar esta limitada concepción del Compliance y entender que no es suficiente implementar un manual de compliance y colgarlo en una estantería en una acción de mero maquillaje, con el sentimiento de que se está cumpliendo con la ley.
El desafío de la eficacia
Es lo cierto que son muchas las empresas que ya han incorporado un modelo de Compliance a su organización; tanto como que un buen número de estas compañías no alcanzan un mínimo estándar de eficacia. Hasta el punto de que disponer o no disponer de un Compliance no les aporta ninguna diferencia.
El Informe LLYC revela que 1 de cada 2 directivos encuestados considera que “no hay una cultura corporativa adecuada” y que un 27% considera que “el comportamiento de los empleados y directivos no se ajusta a los valores culturales declarados por la empresa”.
El desafío de la empresa consiste en ejercer un liderazgo real, eficaz y ejemplar de la cultura corporativa de cumplimiento, integridad y de buena praxis hasta lograr que sea percibido por toda la organización como un valor que ayuda al negocio, en lugar de un inconveniente o un obstáculo.
El desafío de la empresa es identificar las claves para que un sistema de Compliance resulte eficaz en la organización.
¿Qué proponemos en MJ&A Compliance?
Desde nuestra experiencia en los programas de Compliance que hemos integrado en nuestras empresas cliente, podemos señalar que los desafíos expuestos están vigentes en un buen número de ellas y que las claves para enfrentarse a ellos podrían ser:
- Empoderar al equipo directivo acerca de los valores que aporta un Compliance a la organización, más allá de operar a modo de cortafuegos.
- Identificar los obstáculos que la organización tiene para lograr un Compliance eficaz.
- Evaluar los recursos de que dispone la empresa para conciliar estos con las acciones a tomar.
- Entender que no es lo mismo un Compliance para la gran empresa que para la pyme.
- Aplicar el principio de proporcionalidad en la implementación de un sistema de Compliance en función del tamaño y de los recursos de la organización con el fin de hacerlo asequible.
- Aplicar el principio de avance progresivo y programado en el desarrollo de un sistema de compliance, en función del tamaño y de los recursos de la organización con el fin de hacerlo viable.
- Externalizar el servicio de seguimiento de un Compliance, cuando la empresa no disponga de recursos internos adecuados
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